Que vengan invitados casi sin avisar conlleva dos soluciones: salir a restaurante o bar o agudizar el ingenio. Aunque la primera opción es más cómoda, hoy en día me decanto por la segunda, además, lo cierto es que salimos muy airosos del paso.
Pan de pueblo (yo tenía pan de semillas).
2 tomates.
1/2 lechuga.
1 trozo de queso o quesos variados.
1 tarrina de queso.
Salchichas alemanas o embutido en el frigorífico.
Aceite, sal, orégano, tomillo (las especias que tengáis a mano).
1º Partimos el pan en láminas y tostamos.
2º La primera lleva: el pan untado con queso tipo philadelphia, una rodajas finas de tomate y trozos cortados de queso, se aliña con aceite y especias al gusto.
3º La segunda es: unas rodajas de tomate, lechuga cortada en juliana y las salchichas en rodajas ya hechas, podéis añadir un poco de mostaza si tenéis, sino aliño clásico.
4º La tercera es: tomate en rodajas finas, salchichas ya hechas y queso rallado por encima. Un golpe de calor para fundir el queso da el toque final.
Acompañad con cerveza fría, unas patatas fritas con aceitunas y tendréis un aperitivo o cena fría rápida, bonita y deliciosa.
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