Lo curioso de las alcachofas es lo escondidas que tienen sus virtudes, si te las comes sin tratar tienen un sabor amargo algo desagradable, sin olvidar que más de la mitad de su ser tiene que ir a la basura, pero pasados estos dos inconvenientes el resultado es inmejorable, como mostraremos en el siguiente plato.
Alcachofas.
Cebollas.
Jamón de York o champiñones (si eres vegetariano).
Queso.
Aceite, sal, vinagre, pimienta.
1º Limpiamos bien las alcachofas (quitar rabo, hojas exteriores, vaciar los pelillos de dentro) y las cocemos en agua con un buen chorro de vinagre y sal durante 30 minutos a fuego medio.
2º Picamos el jamón o champiñones y cebolla.
3º Una vez cocidas las alcachofas las rellenamos con el picadillo, salpimentamos, cubrimos con queso. Las introducimos en horno precalentado a 180º durante unos cinco minutos.
Existen tantos rellenos como podamos imaginar.
Una cosa, llevad cuidado con el horno, como podéis apreciar en la foto a mi se me fue el santo al cielo y casi se me hacen churrascos, menos mal que llegue a tiempo de salvarlas. Por cierto, deliciosas.
La alcachofa contiene:
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Vitaminas: A, B6, Calcio, Fósforo, Hierro, Glucidos, Proteínas, H.de Carbono, Magnesio, Potasio y Sodio.
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Los Glucidos concretamente se transforman el azúcar natural o sea en energía.
Está recomendadas para:
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Va bien para los problemas digestivos y metabólicos, es depurativo, regulariza el intestino y fortalece el sistema inmunitario.
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Es buena para las Cefaleas.
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Anti-colesterol.
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Diurética.
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Depurativa de la sangre.
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Reconstituyente
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