Aunque suelo decantarme por lo salado, lo cierto es que desde que me pasaron esta receta he tenido el runrun de hacer las galletas, sólo he dado un ligero toque, añadí especias. Como vais a ver es muy sencilla, con ingredientes que solemos tener en la despensa, eso sí, un buen horno es de agradecer.
3 tazas de harina (de repostería mejor).
1 de mermelada (me decanté por la de calabaza).
1/2 de aceite de girasol (si las queréis más melosas añade una taza entera).
1 cucharada de canela y otra de nuez moscada.
1º Mezclamos bien todos los ingredientes, hasta que se haga una masa compacta.
2º Extendemos en una superficie limpia, cortamos de la forma deseada y ponemos en una bandeja de horno.
3º En horno precalentado a 180º intoducimos la bandeja, de 15 a 20 minutos.
4º Como opción podemos adornar con unas tiras de chocolate fundido.
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