Este sencillo postre era el primero que probábamos en casa, literalmente, porque era el que nos hacía nuestra madre cuando el pediatra le decía que era hora de introducir frutas en nuestra dieta. Los hermanos mayores rogábamos para el hermano pequeño no lo quisiera, allí estábamos nosotros para hacernos cargo.
1 plátano por persona, cuanto más maduro mejor.
Zumo de naranja.
Galletas del tipo María.
Canela (opcional y sólo para adultos).
1º Trocear el plátano.
2º Desmigar unas galletas, con dos por persona está bien.
3º Añadimos zumo de naranja, no mucho, sólo para que no quede muy espeso al triturarlo.
4º Pasamos a un recipiente, adornamos con canela y naranja.
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