De esto que vas al mercado, compruebas las ofertas, te vuelves loca comprando y...¡te falta frigorífico para todo!, sólo te queda improvisar. En este caso no entraba un brócoli y una coliflor, verdura no muy querida en esta casa, es más, la detestan con mucho ardor. Cosa que considero un reto, cocinar algo que odien, de tal manera, que le les guste (creo que es la razón por la que ya no me dicen que deje de comprar algo).
Ingredientes:
1 brócoli.
1 coliflor.
1 cebolla grande.
1 zanahoria grande.
2 cucharadas de harina de garbanzo.
4 cucharadas de pan rallado.
1 cucharada de ajo en polvo, 1/2 de pimienta, sal al gusto, 1 de cebolla en polvo, 1 cuchara de café de comino.
Aceite para freír.
1º Metemos todas las verduras en la procesadora y trituramos muy bien, junto a las especias.
2º Mezclamos la harina hasta que tenga la textura del huevo batido. Añadimos a lo anterior.
3º Agregamos dos cucharadas de pan y las especias. Mezclamos todo muy bien.
4º Hacemos unas tortitas pequeñas que pasaremos por el resto de pan, como si fuesen croquetas. Freímos.
Consejos: para manejar mejor la masa podemos dejarla enfriar en el frigorífico. Si queremos que sea más sano, en vez de freír, podemos hacer en el horno.
En este caso he hecho las tortitas pequeñas y las he servido como si fuesen falafel, con una salsa de tofu a las finas hierbas.
Podemos hacerlas más grandes y servirlas como hamburguesas.